Así que la noche y la seguridad que aportan estas megaurbes (Shanghai y HongKong) llenas de luz y de buena gente nos acoge mucho más amablemente.
La primera noche, recepción sin igual: El BUND con su locura de torre en el mismo centro. El encuentro en primera persona de la imagen de todas las postales, todas las guias, todas las fotografías de los que ya han estado allí.
Paseo por el margen del rio a una hora sin turistas, solo los locales (heros, of course) pueblan ese área.
Seguimos paseando, algunos seleccionan el lugar para dormir. Esta zona contiene las mega tiendas de lujo, los antiguos y todavía grandes hoteles y los poderosos Bancos, durante el dia debe lucir bien distinta.
Escogemos un lugar para celebrar la llegada (haciendo buen uso de tu versión del lujo, eVa). Desde los ventanales de un 6º piso, la torre aparece ampliada y su actitud hipnótica nos impide elegir las bebidas correctas (yo pido un Campari???)..
El efecto hipnótico dura todavía: veo mi vaso de Campari y detras la Perla de Oriente.
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