En shanghai todo lo que ves a una gran distancia es pura fantasía, un mundo futuro en expansión, un compleja irrealidad, un sueño de kubrick, y todo lo que ves a un palmo de tu nariz pertenece a un complejo tercer mundo. La mezcla es desbordante, estamos en una ciudad que luce como Las Vegas y respira como La habana... Luces, olores, basuras, vagabundos, ejecutivos, compradores compulsivos... Los chinos tienen el punto justo para que nos podamos entender con ellos, aún sin hablar su idioma.
Este primer día, y primera noche, hemos explorado el shanghai más histriónico, hasta aquí podemos aguantar... Es dificil parar un momento y descansar...
Puedo creer en shanghai... Una metropolis del mundo real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario